La promesa de 5 de febrero

La promesa de 5 de febrero

Estimadas y estimados lectores:

Nos encontramos a pocos días de estrenar lo que, hasta ahora, constituye la obra más «emblemática» e importante del gobierno de Mauricio Kuri. Se trata del tan esperado Paseo 5 de Febrero, cuyo proyecto fue presentado en junio del año pasado, iniciando su construcción un par de meses después.

¿Pero por qué afirmo que es la obra más emblemática e importante del gobierno actual? La respuesta es sencilla. Comenzaré expresando el único aspecto positivo, que es la inclusión. Celebro que este proyecto dé prioridad al peatón, al ciclista y al ciudadano que diariamente utiliza el transporte público para desplazarse a su trabajo o llevar a sus hijos al colegio. Esto es digno de reconocimiento. Sin embargo, es válido cuestionar si todo esto podría haberse logrado con una inversión considerablemente menor, ya que el presupuesto actual supera los $6,600 millones de pesos. En este sentido, señalo que, hasta el momento, el Paseo 5 de Febrero se posiciona como una de las obras con mayor costo por kilómetro construido en América Latina. Expertos han señalado que el presupuesto aprobado no concuerda con un proyecto que aún no se ha concluido.

Pero el costo más significativo que acarreará el Paseo 5 de Febrero será el político. Aquellos de nosotros que hemos tenido la oportunidad de servir sabemos que emprender una obra de tal magnitud puede conllevar consecuencias graves. Sin embargo, en estos casos debe prevalecer la habilidad política, el consenso ciudadano y la necesidad de salir a la calle para preguntar a la gente qué es lo que realmente se necesita para que la ciudad funcione. Como dice el refrán, «quien pregunta, no se equivoca». En este caso, parece que todos se equivocaron desde el principio, con un proceso de licitación que careció de equidad y transparencia. Hubo exclusiones injustificadas de empresas que cumplían con los requisitos, y se inventaron razones para dejarlas fuera. ¿Por qué sucedió esto? Dejo a su juicio la respuesta, o también puede consultar a empresarios queretanos de la CMIC, quienes, al mostrar interés en participar en algún aspecto del proyecto, fueron ignorados. Cabe recordar que fue la propia ICA la que seleccionó a todos los subcontratistas con la aprobación de la Secretaría de Obras Públicas.

Las expectativas sobre el futuro de esta avenida son enormes. Serán ustedes, estimados lectores, quienes juzgarán si esta obra era necesaria, si justifica la inversión declarada y si realmente solucionará los problemas actuales que enfrentamos. Cabe destacar que, según el titular de la SDUOP, esta no será la solución al tráfico. Estamos a solo 19 días del plazo para la entrega de la obra. ¿Creen ustedes que se entregará en tiempo y forma como se prometió? Pronto lo sabremos…

Soy José Luis Aguilera Rico. Abríguese bien y nos leemos en la próxima entrega. ¡Hasta entonces!