Tal como se los adelante la semana pasada, las decisiones de Mauricio Kuri, dieron por fin como resultado, el tan esperado humo blanco en Palacio(s) de Gobierno.
Sin embargo, la intranquilidad ya recorre las oficinas de gobierno y los centros del círculo rojo. Las ondas secundarias, tal como sucede en los sismos, son más fuertes que las primarias, y éstas, ya causaron un movimiento, que si bien no fue destructivo, sí amenaza con cuartear la unidad.
La decisión no es oficial, pues carece de la formalidad no escrita, pero la noticia ya corrió como pólvora, y se confirmó por diferentes fuentes.
En Corregidora no cayó nada bien la decisión, pero se ha pedido al Presidente Roberto Sosa, sea él quien frene las pasiones de los suspirantes, que pueden hacer que el camino recto y sin baches de Chepe Guerrero, sea sinuoso y con cráteres que puedan volar una llanta. En Corregidora sí pesa la gente y la historia familiar, a veces por encima de la marca. No todo es miel sobre hojuelas.
La prudencia que se ha venido dando por parte de los actores políticos en las últimas horas, de plano en El Marqués de Monsalvo quedó en segundo término. Apresurado por los asesores, subió el espaldarazo a sus redes sociales. Entiendo la emoción de ser bendecido, pero se debe ser prudente; allá todavía se puede caer el asunto.
Querétaro, se sabe, ya tiene quien abanderará el proyecto de Acción Nacional para la capital. Tal como lo adelanté, será Felifer Macías, quien no la tendrá para nada fácil, pues a veces el peor enemigo está en casa.
Guadalupe Murguía irá sí o sí al Senado de República, por encabezar la fórmula. Si queda mayoría relativa, va; y si queda en primera minoría, también va. Piece of cake como dicen en el gabacho. Se dice que podría acompañarla Agustín Dorantes. Los que tienen pagarés de reclamos y compromisos no cumplidos, ya se relamen los bigotes si esto sucede.
¿Y Nava? Insisto que quien sería un alivio en las luchas intestinas que se vienen, sería Luis Bernardo Nava. La mancuerna Murguía-Nava sería una válvula de escape ideal. Nava tiene los números. Guardarse 3 años sería un grave error y participando en la elección como Senador de la República, pondría a la fórmula como muy competitiva. Sin embargo, la decisión sí recae sobre el edil directamente. ¿Póker face? Puede ser, pues algo que caracteriza a Luis Bernardo Nava es la paciencia y la prudencia y más cuando en el campo de batalla hay fuego cruzado. Y si no va, seguro algo sabe.
Por cierto, en el PRI ya están despidiendo el barco azul con lagrimas en los ojos. Se fue la oportunidad de abordar y subirse a la elección con el PAN. En el partido tricolor, en las últimas reuniones, los números no les dieron, esos que ellos mismos pusieron sobre la negociación. ¡Así pues cómo!
Morena-Verde, desde la ventana ven el show pero todavía tienen una sorpresa y que de darse, le pondría sabor al caldo.
La política es un Partit de Costellada. La traducción al castellano sería como un “partidito” que se hace durante una carne asada; informal, entre amigos. Así es la política.