El aspirante incómodo

El aspirante incómodo

Estimadas y estimados lectores,

Hace un par de semanas, compartí con ustedes un tema de suma importancia para la vida política de nuestro municipio. Como bien sabemos, el Partido Acción Nacional ya ha elegido a su abanderado para la contienda por la capital. Cabe destacar que esta vez no participará en alianza con el PRI y PRD, sino a través de una candidatura común. En mi opinión, y no me cansaré de decirlo, el PAN no necesita de nadie para ganar, y menos aún del PRI, que carece absolutamente de todo.

Sin embargo, hay un actor importante en esta elección que no debemos perder de vista: MORENA, un partido que ha crecido como marca en nuestro estado en los últimos años y que no será un rival fácil. Esto, claro está, depende de quién sea su candidata o candidato. Se escuchan nombres como Paloma Arce, Arturo Maximiliano, Alex Pérez y un tal Chema Tapia. Este último ha inundado las redes sociales, las calles y los medios de comunicación con una publicidad que podríamos calificar como «económica», por decirlo de alguna manera elegante. ¿Cómo explicamos el derroche de dinero invertido en su publicidad? Es fácil, y se los explico: el «Chema» enfrenta denuncias por posible lavado de dinero. Hay notas periodísticas que mencionan que vendió ventiladores a la Secretaría de la Defensa Nacional a sobreprecio para enfrentar la pandemia del COVID-19, además de múltiples desvíos de recursos en su paso como Director del extinto FONDEN, entre otras acusaciones. Es evidente que ahí es donde encuentra los recursos suficientes para llevar a cabo una campaña anticipada. Lo más preocupante, sin embargo, es que su aspiración política tiene nombre y apellido: Tapia Franco viene impuesto desde la Ciudad de México por su ex jefe, el ex priista Miguel Ángel Osorio Chong, y Arturo Escobar, uno de los principales líderes del Partido Verde a nivel nacional.

Pero lo más inquietante, estimados lectores, es cuando se generan falsas expectativas. Cuando haces creer a alguien que tiene posibilidades de ganar en un municipio que cuenta con un electorado sumamente inteligente, que razona y estudia su voto. Un electorado que presta atención a la experiencia de los perfiles y que, estoy seguro, por ningún motivo le daría la confianza a alguien con el pasado de «Chema Tapia».

Yo soy José Luis Aguilera Rico y nos leemos en la próxima. ¡Hasta luego!