Cambio de banda argentino

Isaac Jiménez

En días recientes nos hemos enterado del triunfo de Javier Milei en Argentina; algo hasta cierto punto sorpresivo, dado que en la primera vuelta de las elecciones en ese país no se preveía su triunfo; sin embargo, en la segunda vuelta logró un triunfo holgado, al parecer apuntalado por los seguidores de los centroderechistas: El expresidente Mauricio Macri y la excandidata Patricia Bullrich. En términos futboleros sería un largo cambio de juego del lateral izquierdo al extermo derecho.

Las propuestas de Milei son asimismo de sorprender, y son de corte populista de ultraderecha. Entre ellas, las que resaltan en mayor medida, son propuestas tales como la eliminación de la Banca central, de la eliminación de su moneda nacional reemplazándola por el dólar, una reducción drástica del gasto de gobierno con la eliminación de 10 de 18 ministerios, privatización de las empresas públicas deficitarias, así como la empresa petrolera YPF y la de energía Enarsa; eliminación y reducción de impuestos, un nuevo sistema de salud privatizado, así como un sistema educativo a través de vouchers, privatizado también; la reducción del presupuesto para jubilaciones y pensiones. Privilegiar la inversión privada decisivamente. Además de sugerir de nuevo la soberanía sobre las Islas Malvinas.

La serie de reformas es amplia y como es previsible, no se observan fáciles de implementar, e incluso algunas prácticamente imposibles de llevarlas a cabo sin entrar en shock -como el cambio monetario, o la desaparición de la Banca central-. Además, legalmente, Milei estará impedido en otras, debido a que no contará con la mayoría necesaria en el congreso. Como apunte, solamente la dolarización requeriría cerca de 35,000 millones de dólares -que no tiene-.

Pero más allá del oscuro escenario que se viene para el pueblo argentino, lo que queda claro es que votaron así debido al hartazgo por tener 40% de la población en la pobreza, por la falta de oportunidades, por la falta de inversión privada, por la inflación crónica de tres dígitos, sus devaluaciones, sus periodos recesivos, sus largos periodos de déficits públicos y el financiamiento de éstos a través de la emisión monetaria, además de sus causales de crisis de índole estructural y cíclico. Por privilegiar la política a costa de la economía.

Todo eso, como dicen ellos mismos, hace que no les importe “saltar al vacío” estando en el “infierno”.

En términos futboleros, los argentinos cambian a su director técnico quien tenía un esquema defensivo por uno que le apuesta a la ofensiva y tiras sus jugadores al frente, al todo o nada. Es una dura lección para América Latina que es importante recordar.