Ahorro: nuevo objetivo fiscal

Isaac Jiménez

En días pasados la SHCP entregó a través de su titular la propuesta del Paquete Económico 2024, que incluye la iniciativa de Ley de Ingresos para el año entrante, misma que se aprobó hoy en lo particular.

La discusión se ha centrado en la propuesta sobre la retención del Impuesto sobre la Renta (ISR).

Dicha propuesta establece una tasa del 1.48% del ISR a aplicarse a los intereses pagados por el sistema financiero en el 2024. Tanto por valores privados como públicos.

El argumento de SHCP para ello es que la reducción de la inflación favorecerá a los ahorradores con tasas de interés reales favorables para los ahorradores.

Esto, en términos llanos, significa un incremento de impuestos, ahora para los ahorradores.

Dejando a un lado la promesa presidencial de que no habría más impuestos, comentaremos esta propuesta.

En primer lugar, uno de los llamados problemas estructurales de México de siempre, ha sido la falta de ahorro. Pero aplicar un incremento del impuesto al ahorro claramente lo desincentiva. En este caso la autoridad debería promoverlo, no desincentivarlo.

En segundo lugar, en el 2022 esa tasa era del 0.08%; para el 2023 es del 0.15% y la propuesta para 2024 es de 1.48%. O sea, casi 10 veces más del 2023 al 2024 y 18.5 veces más que la del 2022. A un incremento de esa magnitud no se le observa lógica alguna.

Ahora bien, una de las dificultades para el crecimiento económico de nuestro país es la falta de inversión. Las tasas altas de interés limitan la inversión. Las tasas de interés en ascenso las va determinando el Banxico para contener la inflación; pero el efecto de un incremento impositivo al ahorro tiene un efecto adverso al mismo ahorro, lo que se traducirá en un mayor consumo; o sea, un incremento en la demanda; un incremento en la demanda presionará los precios hacia arriba reduciendo el efecto esperado de contención inflacionario del Banxico. Lo menos que se puede decir es que no hay alineación entre SHCP y Banxico.

Por otro lado, en un escenario mundial de conflagración existe lo que se llama “vuelo a la calidad”, lo que significa que los capitales especulativos se trasladan a los países con “monedas seguras”. Eso orilla a países como el nuestro a mantener tasas de interés consistentemente altas para tratar de retenerlos. Si a eso agregamos la falta de alineación interno mencionada, seguiremos viendo tasas muy altas y además dificultades para mantener a raya a la inflación.

Mientras tanto, seguiremos terminando con nuestros ahorradores internos, con los pocos que tenemos.