Mano negra en la UAQ

José Luis Aguilera

Estimadas y estimados lectores,

La semana pasada compartí mi opinión acerca de los «destapes» de Mauricio Kuri. Sin embargo, dejé pendiente mi opinión sobre el actual Secretario de Desarrollo Social.

Hoy quiero hablarles de esta dependencia, pero no precisamente de sus programas ni de su estrategia para erradicar la pobreza, ya que en ese aspecto dejan mucho que desear. En cambio, les hablaré sobre un tema sumamente delicado que, de confirmarse, podría desencadenar una crisis política dentro del Gobierno del Estado. Recientemente, la Dra. Teresa García Gasca, Rectora de la máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Querétaro, denunció públicamente, sin mencionar nombres, la posible intromisión de la Secretaría bajo el mando de Agustín Dorantes Lámbarri. Esta intromisión se dio a través de un consejero catedrático de la Facultad de Contaduría y Administración, a quien ahora sabemos se refiere como Carlos Olguín González, actual Secretario Técnico de Dorantes. Olguín percibe un salario mensual cercano a los $50,000 pesos en dicha dependencia y, curiosamente, ocupó brevemente el cargo de Director del Registro Público de la Propiedad, siendo destituido en abril de 2022, pocos meses después del inicio de la administración de Mauricio Kuri.

Pareciera que la ambición y la desesperación por tomar el control de la UAQ les está pasando factura. Su «candidato», el actual Director de la Facultad de Contaduría y Administración, Martín Vivanco Vargas, no está teniendo un buen desempeño. Hay acusaciones en su contra por presunto plagio en su tesis. Según el software «Turnitin» (un servicio de detección de plagio en internet), su tesis «La educación tributaria para una mejor recaudación en México,» presentada en noviembre de 2004, muestra un 79% de similitud con la tesis «La educación tributaria como solución a la baja recaudación fiscal en México,» de Salvador Nieto Dueñas, presentada en agosto de 2003 en la Universidad de Guanajuato. Se señala que hay párrafos y textos idénticos, sin siquiera modificar la redacción. Me pregunto, ¿debería alguien acusado de plagio en sus tesis convertirse en Rector de la UAQ? ¿Qué ejemplo puede ofrecer a los más de 33,000 estudiantes? En mi opinión, debería enfrentar un proceso administrativo y, si se le encuentra culpable, asumir las sanciones correspondientes.

Me han informado que el ánimo en las oficinas encargadas del Desarrollo Social del Estado está muy bajo, ya que su ficha política dentro de la UAQ parece desvanecerse día a día. Esto, a su vez, significa una pérdida de influencia política dentro de la universidad. Estaremos atentos a los acontecimientos en los próximos días. ¿El Director de la Facultad tendrá argumentos sólidos para defender su tesis? ¿Dorantes Lámbarri decidirá apoyar a otro candidato, abandonando la causa de su empleado Carlos Olguín? Lo que puedo asegurarles es que no van a ceder en su intento de mantener influencia en la UAQ. Esto nos mantendrá atentos a todos los movimientos que puedan surgir. Es evidente que contar con el apoyo de la UAQ es de vital importancia para el proceso electoral del próximo año, y la preocupación por una posible afinidad de MORENA con los estudiantes, que crece día a día, es una realidad.

Soy José Luis Aguilera Rico y nos leemos en la próxima entrega. ¡Hasta entonces!