La decisión de Celia

FER CAÑAS DIXIT MEXICO

El camino al Senado de la República, a veces parece sinuoso y otras veces derecho para quienes aspiran a despachar desde Reforma e Insurgentes. En el caso de Ricardo Astudillo, parece que ya salió de la zona de curvas con el nombramiento de Celia Maya como consejera de la Judicatura Federal.

Su decisión de participar por un escaño en el Senado, dependían de su nombramiento en la judicatura federal; hoy se dio. Sin duda, en el Partido del Tucán respiraron, pues aunque tienen gran cercanía con Claudia Sheinbaum, pesa más la añeja amistad de Doña Celia con Don Andrés y el hecho de que, la otrora magistrada, le cambiara los pañales al pastel imposible.

Celia Maya sirve más en las entrañas del Poder Judicial, que en el Senado de la República. En la siguiente administración se verá el fruto de esta decisión.

La sorpresa vino en la votación para su designación, pues entre priístas, expriistas y panistas, destacaron dos queretanos: Estrella Rojas y Alfredo Botello Montes.

Sin ser adivino, estoy casi seguro que el sentido del voto, vino con sello del Palacio(s) de la Corregidora. ¿Razones? Muchas y pocas; todas y ninguna.

Para evitar elucubraciones, producto de noches sin dormir viendo series de política gringa, regreso al tema del Partido Verde. Ricardo Astudillo tiene el DRS abierto. Hoy está en una zona que le permite negociar con soltura una posible compañera de fórmula, morenista de carné y con amplias posibilidades de sumar y ganar simpatías por hablar un idioma político moderado, me refiero a Andrea Tovar.

Pero como decía Anahí en Chiquilladas: «eso digo yo». Esperemos palomitas en manos, porque el momento de las definiciones se acerca, y quizás sea una final de fotografía.


La política es un Partit de Costellada. La traducción al castellano sería como un “partidito” que se hace durante una carne asada; informal, entre amigos. Así es la política.